Hoy quinta entrega de mis propósitos para el año
No cabrearme con las cosas que no puedo solucionar.
Este propósito tiene que ver con el con el propósito cuatro. Afortunadamente no todas las personas piensan como yo, y eso me gusta, pero hay cosas que me sacan de mis casillas.
Como dije en la entrada de ayer, no puedo cabrearme por las cosas que no tienen solución.
Ojo, una cosa es no cabrearme y otra cosa es que deje de importarme. El hambre en el mundo me cabrea, pero aunque deje de cabrearme no significa que deje de importarme. Es más bien un cambio de actitud, en vez de pensar "me cabreo con esta situación y vivo en el cabreo", a pasar a pensar "intentemos solucionar el problema".
Lo mismo me pasa con las cosas de la política, que me gusta la política pero no los políticos (vaya, como todos últimamente).
Otro ejemplo es mi situación laboral. Estando cabreado no me va a surgir trabajo, por eso debo de no cabrearme por ello, si no ser optimista y pensar que, dentro de poco, voy a tener trabajo (espero).
Espero haber sido capaz de explicarme.
¿Cómo comprobar que he cumplido este propósito? Como el anterior, la cosa es difícil, pero supongo que si alcanzo un poco de más "paz interior" habré cumplido.
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